¿Para qué fabricamos armas?

Si América y Arabia Saudita NO existieran, otros países ocuparían su posición y la situación en el mundo sería EXACTAMENTE la misma. Los dos países desesperados por ocupar ese puesto son Rusia y China. Gran Bretaña no se queda muy atrás.

Como prueba de lo que estoy diciendo, deberías hacerte amigo de un fabricante militar y obtener un pase para DSEI2019 (la Feria de las Armas que cada dos años se lleva a cabo en Londres) y comprobarlo todo personalmente. Algo de lo que digo lo podrás escuchar en el próximo Congreso de Paz de HUFUD, cuando Jill Gibbon hablará «desde adentro del negocio de las armas». (Inside The Arms Trade).

La valiente mujer y excelente artista (dibujante y pintora) creó un negocio de armas ficticio para tener acceso a ferias militares en Londres, París, Dubai, etc. Valiente es una palabra demasiado pequeña. Jill Gibbon es un héroe.

También mostraremos la película The Shadow World, (El mundo de las sombras) en el cual un traficante de armas, explica lo fácil que es organizar su comercio ilegal. Al explicar el método para obtener los permisos necesarios de importación / exportación para revueltas civiles, grupos terroristas, ejércitos mercenarios, ejércitos de niños, etc., que necesitan firmas oficiales, dice: «los políticos son como las prostitutas, solo que más caros»

Por favor, haz un esfuerzo por comprender: la industria militar y el comercio militar DICTAN la situación que tanto desprecias. El pueblo estadounidense y el pueblo saudí, al igual que los pueblos de Israel, Palestina, Líbano, Egipto, Pakistán, India, Somalia, Sudán, Nigeria, Siria y todos los países del mundo quieren vivir en paz, pero ametralladoras, granadas, minas terrestres , bombas, cohetes, morteros, tanques, instrumentos de tortura, helicópteros Apache, aviones de combate, buques de guerra, LO HACEN IMPOSIBLE.

Si TÚ fueras el presidente o primer ministro de un país y no quieres ser asesinado o echado de tu puesto, harías EXACTAMENTE LO MISMO que todos los presidentes a los que ahora atacas.

Hasta que no gobernemos nuestro planeta a través de una Economía de Paz en lugar de Economía de Guerra, NADA CAMBIARÁ. Lo único que hacemos cuando paramos un conflicto militar es trasladarlo a otro lugar.

El palestino que inspiró mi primer libro, Ahed Hussein, cuya familia perdió todo cuando se creó el Estado de Israel, es un testimonio viviente de lo que les estoy diciendo. El padre de Ahed, un maestro de escuela que participó en Política, le dijo al niño, que entonces tenía 12 años: «nunca culpes a los judíos o al sionismo por nuestra situación, por tener que mudarnos de nuestros hogares y despedirnos de nuestros olivos y almendros. – Los judíos y los musulmanes son todos víctimas del comercio de armas «.

Leo Tolstoy, en su famoso discurso en Estocolmo, Suecia en 1906, dijo: «esta locura común de producir y vender tanto armamento, misiles, explosivos y vehículos militares solo puede tener un resultado: un gran conflicto militar internacional. Tal como lo predijo Tolstoi, el «gran conflicto» estalló en 1914 y dejó casi 38 millones de muertos.

La «Guerra para acabar con todas las guerras», produjo una nueva generación de científicos militares y nuevos arsenales, que solo podrían conducir a la Segunda Guerra Mundial, perfectamente organizada por la Liga de las Naciones, con Alemania, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Rusia, Estados Unidos, Canadá, todos asociados al proyecto. Documentos desclasificados en los últimos tiempos revelan claramente lo que Churchill le dijo a Truman en 1946: «por supuesto que podríamos haber evitado esta guerra, pero no quisimos». ¡68 millones tuvieron que morir porque el Comercio de Armas lo exigió!

Al no promover la desmilitarización mundial, está promoviendo la Tercera Guerra Mundial.

Alberto
Presidente HUFUD