Gracias por sus reflexiones. Ya que pidieron “respuestas” por parte de sus lectores, ¿me permiten dar la mía? En primer lugar, me parece errónea la frase “Tres soldados del Ejército paquistaní se martirizaron”, así como lo sería para todos los soldados muertos a lo largo de la historia. Mueren soldados y civiles porque para eso es que existe el militarismo. Los fabricantes de armas y los políticos hacen su dinero vendiendo juguetes para matar, desde balas pequeñas hasta gigantescos buques de guerra. La ÚNICA manera de mantener viva a esta Industria (incluida la industria militar paquistaní) es matando gente y teniendo quién esté dispuesto a hacerlo.
NO hay opciones para los políticos y diplomáticos. Ellos tienen que organizar matanzas. La ÚNICA alternativa es la Abolición Universal del militarismo.
Ustedes escriben: “Es hora de que los partidos políticos se unan y exijan una solución a los ataques terroristas. Ambas Guerras Mundiales, la Guerra de Vietnam Y los ataques del IRA en el Reino Unido terminaron. ¿No es hora de que termine la guerra contra el terrorismo en Paquistán? ¿Por qué permanecen callados Imran Khan y los demás partidos políticos?”
Mi respuesta es: por favor estudien y analicen la Historia. Dicen que las dos Guerras Mundiales “terminaron”, pero de hecho nunca se detuvieron, solo se trasladaron a otros lugares del mundo. El excedente de municiones, bombas, misiles, torpedos, etc., tenía que ser vendido y usado para dar lugar a la nueva generación de juguetes letales que la industria estaba desarrollando, preparándose para una 2da ronda de Juegos de Guerra Internacionales, 21 años después.
Por ejemplo, la guerra entre Francia y los zayaníes de Marruecos se produjo al comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, pero continuó hasta 1921, tres años después de que finalizara la guerra mayor. Estados Unidos, antes de unirse a los Juegos Olímpicos de la Muerte en Europa, inició un juego bélico con la República Dominicana, que duró hasta 1924.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial, los rusos siguieron jugando al juego de la guerra “local”, que se conoce formalmente como “guerras civiles”. Concluyeron en 1934, siendo el conflicto MAYOR el que ocurrió entre 1917 y 1922. Después de la guerra, se organizaron rápidamente varias revoluciones y levantamientos para poder seguir utilizando el stock de armas restante. En el conflicto de Carintia entre Austria y Eslovenia, en Alemania, Polonia y Hungría versus Rumania, Polonia versus Lituania, la guerra turco-armenia, la guerra franco-siria, etc., etc. Hubo cantidad de guerras, pequeñas y grandes (como la chino-japonesa, la guerra civil española y muchas más), hasta la llegada de la Segunda Guerra Mundial.
Ni bien finalizaron los Juegos Olímpicos de la Guerra, las potencias mundiales dispusieron un “espacio” en Medio Oriente que garantizaría guerras (el éxito continuo del negocio armamentístico) por mucho tiempo. Crearon el Estado de Israel, rodeado de países que cumplirían el rol de enemigos, para organizar guerras fácilmente. Después de tener éxito asegurando conflictos “eternos” en Medio Oriente, su atención viró hacia Corea y organizaron la división violenta de ese país.
Y esta carta pasaría a ser un libro si también les mencionara los cientos de conflictos armados en África y Latinoamérica.
La Guerra contra el Terrorismo NUNCA se detendrá, porque creamos a los terroristas para luchar contra ellos. Por eso les proveemos armas. Así es cómo los gobiernos logran justificar el gasto obsceno que representa el militarismo y la inmoralidad y brutalidad de la guerra.
Espero comprendan que están exigiendo lo IMPOSIBLE al sugerir que los partidos políticos se “unan” y le encuentren una solución, ya que los partidos políticos son los que crearon el problema. Los partidos y sus políticos son patrocinados por los fabricantes militares. Si lograran la paz en el mundo, estarían traicionando a sus mejores amigos.
Lo dije al comienzo, y lo diré una vez más, la alternativa es UNA: un mundo sin armas.
Alberto Portugheis
Presidente de HUFUD