Querida agrupación antiguerra Stop the War Coalition,

Las armas, los artefactos explosivos, los misiles, morteros, tanques, aviones de combate y buques de guerra son producidos para que los políticos puedan organizar y efectuar guerras, para matar gente y destruir familias y edificios. Pero ustedes aceptan el término “Industria de Defensa” en vez de llamarla por su verdadero nombre: Industria del Ataque o de la Muerte.

Esto significa que Stop the War Coalition aún cree en la falacia de que las Fuerzas Armadas son necesarias para la defensa.

Mientras prevalezca esta idea, Stop the War Coalition, sin quererlo, está conspirando con Benjamin Netanyahu, Boris Johnson y Donald Trump.

Hasta que todos en Stop the War Coalition: Lindsey German, Jeremy Corbyn, Tariq Ali y demás, se percaten de que si hoy fueran Primer Ministro de Israel también hablarían de anexión, y si fueran Primer Ministro Británico también aceptarían la venta de armas a la criminal Arabia Saudita, así como a todos los países del Commonwealth que guerrean continuamente.

Y no me vengan con que “son los conservadores”, ya que todos ustedes saben de historia y vieron cómo un gobierno laborista invadió y ayudó a destruir a Irak y Afganistán. También saben que la larga y sangrienta guerra civil en Sri Lanka fue supervisada tanto por gobiernos laboristas como conservadores.

Si realmente desean tener éxito en su objetivo de “desafiar la complicidad de Gran Bretaña en estas guerras y detener su participación en las mismas”, entonces deben desafiar primero a la Industria Militar.

A menos que dejemos de fabricar ametralladoras, granadas, bombas, misiles y lanzamisiles, interceptores, tanques y helicópteros de combate Apache, hablar de la no participación de Gran Bretaña en guerras a nivel mundial resulta un oxímoron.

En su página web, la compañía BAE nos dice que los aviones de combate Hawk que fabrica, y que vende tanto al gobierno británico como a varios gobiernos extranjeros, son utilizados tanto para entrenamiento como para vuelos de combate de bajo costo.

El costo en vidas humanas no se tiene en cuenta. La lógica de los políticos es “¿para qué gastar más, si podemos matar gente sin gastar tanto?”

Hace dos años, concretamente el 16 de julio del 2018, el Secretario de Defensa, Gavin Williamson, en el Salón Aeronáutico de Farnborough, anunció con orgullo la fabricación del Tempest como parte de la Estrategia para el Combate Aéreo. El Tempest será un avión de combate de sexta generación que incorporará diversas y nuevas tecnologías. El nuevo programa, dijo, tendría un costo “inicial” de ¡¡¡¡2 billones de libras!!!!

Es una pérdida de tiempo criticar al gobierno y señalar “cuántos hospitales y casas podrían construir con todo ese dinero”, porque el sistema bajo el cual vivimos prioriza la guerra por sobre la Paz. Y la población ingenua, ignorante, crédula, temerosa y patriótica acepta con orgullo lo que BAE proclama.

El futuro del combate áereo

El Tempest será un Avión de Combate de sexta generación, el cual operará a la vanguardia de la innovación tecnológica, afianzando al Reino Unido en su rol como líder mundial en Combate Aéreo.

Salvo que el pueblo británico exija ponerle fin a la Industria Militar o de la Muerte, toda discusión sobre Paz, Justicia e Igualdad en Gran Bretaña y en el mundo es, sencillamente, un desperdicio de tiempo, esfuerzo y dinero.

Alberto Portugheis
Presidente de HUFUD