Estimado Ian Blackford,
Tiene razón cuando dice que el desempleo es generado intencionalmente por el gobierno. Pero considero que los motivos detrás de esto son aún más preocupantes y siniestros que los que usted señala. Para mí, lo hacen para aumentar la cantidad de hombres y mujeres en las Fuerzas Armadas británicas.
Las invasiones y destrucción de Iraq y Afganistán mejoraron la capacidad de reclutamiento de las Fuerzas Armadas. Entre las mentiras de Tony Blair y la reina ofreciendo a sus nietos como inspiración para el pueblo ingenuo, las FF.AA. británicas obtuvieron muchos jóvenes dispuestos a ser enviados a misiones para matar y/o a morir.
Después de que saliera a la luz la cantidad de vidas inocentes que se perdieron a causa de las mentiras de Tony Blair (y sus negociados), el reclutamiento militar disminuyó y también hubo veteranos enfadados o traumatizados que abandonaron las fuerzas armadas.
La recesión económica del 2008 también fue un ardid de los gobiernos para que los desempleados graviten hacia las Fuerzas Armadas. Con los planes militares que el parlamento está preparando en este momento (las actividades del grupo RUSI nos dan algún indicio), probablemente no estemos muy lejos de una tercera guerra mundial. “Desempleo” es la palabra mágica que necesita el gobierno. El desempleo provee una opción más aceptable que regresar al servicio militar obligatorio.
No lo dude, si observa los anuncios de las agencias de empleo que se especializan en trabajos relacionados a la industria militar (las Fuerzas Armadas, los fabricantes militares, las compañías de seguridad, los seguros de secuestro al viajero, etc.) verá que la oferta laboral es abundante. En el medio de la pandemia, el Ministerio de Defensa ofreció 80.000 libras a un vendedor de armas para hacer muchos viajes en el exterior, con todos los gastos cubiertos por el ministerio.
Mientras que los políticos le mientan al electorado, lavándoles la cabeza para que crean que las Fuerzas Armadas son necesarias (por cuestiones de seguridad, para disuadir conflictos o para defendernos si somos atacados), el mundo solo podrá empeorar.
No culpo a ningún individuo por esta situación, el problema son las armas. No me molesta que los políticos hagan dinero fuera de su labor parlamentaria, pero las balas, las minas, las granadas, las bombas, los misiles y los torpedos se fabrican únicamente para matar. Si los políticos no crearan enemigos, guerras, miedo y terrorismo, colapsaría esta actividad tan lucrativa e inmoral de comprar y vender muerte.
Si no está de acuerdo conmigo, por favor déjemelo saber, siempre estoy dispuesto a aprender.
Le deseo lo mejor,
Alberto Portugheis
Presidente de HUFUD